Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha revelado cifras alarmantes que evidencian la crisis social en Argentina: durante el primer semestre de 2024, el 52,9% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza, lo que representa un aumento del 12,8% en comparación anual y del 11,2% respecto al semestre anterior. Además, la indigencia ha escalado al 18,1%.
El estudio, que se basa en la Encuesta Permanente de Hogares, señala que aproximadamente 29,6 millones de personas y 4,3 millones de hogares no logran cubrir la canasta básica total, valorada en $709.318. De estos, 5,4 millones de personas se encuentran en situación de indigencia, incapaces de cubrir la canasta básica alimentaria, que asciende a $349.073.
La situación es especialmente preocupante entre los grupos más vulnerables: el 66,1% de los menores de 14 años y el 29,7% de los mayores de 65 años viven en hogares en condiciones de pobreza. Las regiones más afectadas son el Noreste, con un 62,9%, y el Noroeste, con un 57%. Este contexto de creciente desigualdad y vulnerabilidad social plantea un desafío urgente para el gobierno y la sociedad en su conjunto.
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