18/07/2023
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El informador geselino Por El informador geselino

EL DÉFICIT FISCAL VUELVE A TENSAR LA DISCUSIÓN ENTRE EL GOBIERNO Y EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

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El rojo del primer semestre llega al 80% del previsto para todo el año. La entidad renueva exigencias y Massa contesta en tono electoral. Se suspendió sin fecha el viaje de funcionarios.

La bravata de Sergio Massa no sólo permitió marcarle la cancha al Fondo Monetario Internacional, sino que reveló en qué lugar del campo se está jugando el partido por estos días. En su triple rol de ministro de Economía, candidato a presidente por el oficialismo y estratega en la negociación con el FMI, señaló en un acto en el partido de San Martín que «no vamos a ir a rendirnos al altar del ajuste fiscal». También insistió en que la discusión con el organismo requiere «la convicción de saber cómo se fijan prioridades».

Elípticamente, Massa reconoció que lo que está trabando las conversaciones para reformular el programa de facilidades extendidas es el déficit fiscal. Ese es uno de los tres criterios cuantitativos fijados en el acuerdo cuyo cumplimiento es condición para que el Fondo siga girando divisas, no con el propósito de ayudar a crecer al país sino de asegurarse de cobrar sus propias acreencias. Los desacuerdos son tales que el promocionado viaje de una misión a Washington para cerrar el acuerdo quedó postergado sin fecha.

La reapertura de la discusión sobre el déficit es consecuencia del pacto que en abril selló Massa con Gita Gopinath, subdirectora del Fondo. Allí logró que se aceptara una recomposición integral del programa, vaciado de sentido después de que el derrumbe de la cosecha atribuido a la sequía le costara al país unos U$S 20.000 millones en exportaciones no concretadas. Si la idea del gobierno era aprovechar para pedir fondos frescos y libertad para usarlos en el mercado cambiario, el Fondo contraatacó con un exigente sendero de regreso a las metas originales.

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