26/10/2023
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El informador geselino Por El informador geselino

LA IZQUIERDA ANTE UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA Por Guillermo Cardoso

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Aunque cueste creerlo entre 1958 y 1965 el trotsquismo argentino, bajo el nombre de Partido Obrero Revolucionario, coqueteó con el peronismo al punto de integrar sus filas y editar un periódico que se llamaba Palabra Obrera y que llevaba bajo su título "Bajo la doctrina del general Perón" La táctica era el "entrismo" y tenía por objeto captar dirigentes y activistas obreros del peronismo y construir una fuerza capaz de disputarle el poder a la burguesía. Después, la fusión con el FRIP de Roberto Santucho derivó en el PRT y luego la escisión entre los que adoptaron la lucha armada y los que eligieron la resistencia sindical.

Nunca más hubo un acercamiento hacia la fuerza mayoritaria de los trabajadores que era el peronismo. Se inició entonces un periodo de luchas intestinas dentro de la organización internacional que los nucleaba, la Cuarta Internacional, entre los que planteaban integrar las organizaciones armadas, los que promovían frentes populares y los que optaban por la ortodoxia trotsquista de la lucha obrera. Estás discusiones, de interminables documentos estudiados por la militancia en la clandestinidad llevaron, inevitablemente, a la dogmatización del ideario trotsquista.

Esta ortodoxia fundamentalista aisló al movimiento de las masas y no logró jamás hacer pie entre los trabajadores. Es que Trotsky desechaba la posibilidad de integrar frentes con partidos burgueses para no ser acusados, en momentos de crisis, de cómplices de la burguesía. Esto tenía su razón de ser en épocas dónde los trabajadores solo integraban partidos de su clase, socialistas, comunistas, anarquistas y socialdemócratas. Con el correr del siglo XX la batalla cultural la fue ganando el capitalismo y los trabajadores dejaron sus partidos de clase para diluirse en las diversas organizaciones burguesas.

Este cambio en la subjetividad de la clase obrera nunca fue advertida por el trotsquismo vernáculo y siguió, y sigue hasta el día de hoy, pregonando la independencia de clase. Esto lo llevó a posiciones ridículas como cuando afirmaban que Macri y Scioli eran lo mismo, o peor aún, que Néstor y Menem también. Jamás tomaron nota del impacto que produjo la irrupción del kirchnerismo en los trabajadores y el pueblo y siguieron con su política sectaria y excluyente que, desde hace cuarenta años, los condena a la marginalidad política con sumas irrisorias de votos y sin poder ganar siquiera un sindicato importante.

Trotsky decía que la única obligación del revolucionario es hacer la revolución, no defender a rajatabla escritos de hace casi un siglo dándole la categoría de sagradas escrituras a sabiendas que eso aleja las posibilidades reales de cambiar el sistema alguna vez.

En las últimas elecciones, dónde el FIT que nuclea a la gran mayoría del trotsquismo argentino no llegó al 3% de los votos, quedaron dos alternativas: el peronismo representado por Segio Massa y el fascismo disfrazado de libertarismo de Javier Milei y acompañado por la represora Bullrich.

Ante esta situación se abre una posibilidad histórica para las fuerzas de izquierda que es combatir al fascismo del lado del pueblo, junto al peronismo. Dejar de lado el dogmatismo y cerrar filas junto a los trabajadores y el pueblo apoyando al candidato de Unión por la Patria. Si les hace falta un libro, lean las críticas de Trotsky al PC alemán estalinista en 1933 cuando los caracterizó de ultraizquierdistas por negarse a hacer unidad de acción con la socialdemocracia alemana facilitando el ascenso de Hitler al poder.

Está situación es parecida, no solo por los votos, que son pocos, sino porque podría abrir una nueva era en la izquierda argentina construyendo una alternativa junto a los sectores más combativos del peronismo integrándose en un futuro a UP. Dejar de lado el dogma y luchar por cambios reales y posibles a favor de nuestro pueblo. Tienen los militantes más abnegados, solo les falta el coraje de romper lo rígido de su pensamiento. Ojalá puedan entender que frente al fascismo cualquier alianza es progresiva. Por la más amplia unidad antifacista, NO PASARÁN!!

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