En principio la Ley pasa de la órbita de Salud a la de Capital Humano, lo que implica una desarticulación de la Unidad de Coordinación en donde el Estado venía trabajando con distintos organismos para garantizar el cuidado de la salud y la vida de niños y niñas hasta los 3 años y personas gestantes. Con la reforma propuesta por el ejecutivo se incorporan definiciones como “hijo por nacer” y “vida desde la concepción” que hacen retroceder en legislaciones ya debatidas y aprobadas -como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
La Ley 27.611 de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia”, conocida como Ley 1000 Días, tiene como objetivos proteger, fortalecer y acompañar el cuidado integral de la vida y la salud de las niñas y niños en sus primeros 3 años y de las personas gestantes. Sin embargo, las modificaciones que se proponen a través de la Ley Ómnibus de Javier Milei, implican un enorme retroceso en todo el trabajo que se venía desarrollando desde el Ministerio de Salud de la Nación.
Sandra Tirado es pediatra y ex secretaria de Acceso a la Salud. En conversación con Las12, profundiza en las modificaciones de la Ley 1000 Días y, para empezar, subraya las consecuencias que puede tener que esta ley pase de la órbita de Salud a la de Capital Humano: “Los primeros 1000 días constituyen una ventana de oportunidad para el cuidado integral de la salud y la vida durante el embarazo, el parto, el puerperio y la infancia, y de esta forma, las intervenciones durante este período tienen profundos efectos en la salud tanto de la persona gestante como de las niñeces. La Ley de los 1000 Días surgió desde el ámbito de Salud, con la convicción de que para cuidar durante este periodo era necesario articular las acciones desde los distintos ámbitos y niveles del Estado. Y se ha llevado adelante un gran trabajo en este sentido, desde el debate y redacción de la Ley y la Reglamentación, pasando por el funcionamiento de la Unidad Coordinadora establecido en la normativa, hasta las acciones llevadas adelante junto a las distintas jurisdicciones”, señala Tirado y explica que el cambio de órbita implicaría un retroceso en el trabajo que se viene llevando adelante desde el Ministerio de Salud y en su articulación con áreas y organismos del Estado -donde la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia forma parte indiscutible- hacia el cuidado integral de la salud y la vida.
Según Tirado “No solo se plantea -desde el proyecto de reforma de la ley- que la autoridad de aplicación pase a ser la actual Secretaría de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano, sino que se deja de mencionar a la Unidad de Coordinación en la que diversos organismos vienen involucrándose junto al Ministerio de Salud en la garantía de derechos que reúne la Ley 1000 Días: Educación; SENAF Desarrollo Social; Mujeres, Géneros y Diversidad; RENAPER; ANSES; Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; Agencia Nacional de Discapacidad y Agencia Nacional de Seguridad Vial”.
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